Punto final: un certamen muy ‘vivo’

Como ya sabéis, el Ayuntamiento de Quinto, con la colaboración de la Comarca Ribera Baja del Ebro, la Diputación Provincial de Zaragoza y la Red de Ciudades y Territorios Creativos de España, convocó el pasado mes de mayo un certamen artístico multidisciplinar -al que llamó ‘Punto final’- que ha girado en torno a la muerte, entendida como el fin de la vida.

El certamen fue concebido como un proyecto cultural para la promoción artística, pretende tener continuidad en futuras ediciones y quiere crear un espacio para que todos los artistas (en la categoría de cortometraje, cuento o fotografía) tengan la oportunidad de dar a conocer su talento, transmitiendo en su obra el mensaje principal de este proyecto: la muerte.

El certamen ha contado en su primera edición con una acogida excelente, con 90 cortos presentados, 18 fotografías y 12 relatos.

Además, durante los fines de semana previos a la entrega de premios, que se celebró en el Piquete -sede del museo de momias de Quinto- en la noche del 31 de octubre, se pudo disfrutar de otras actividades, como el concierto del coro Hiberi Voces, que presentó en primicia su nuevo repertorio “Voces de Película” -en el que hicieron un recorrido espectacular por la historia del cine-, o el concierto de la camerata de San Nicolás, que ofreció al público piezas destacadas de la música clásica utilizadas en películas reconocidas por todo el mundo, además de músicas propias del cine.

Tras ofrecer su atmósfera especial para estos dos conciertos, que llevaron al cine como reflejo de la vida y la muerte, el Piquete se vistió de gala para el día de la entrega de premios de este primer certamen multidisciplinar sobre la muerte. Así, recién comenzada la noche de Todos los Santos, jurado, público y finalistas se reunieron para dar comienzo a un acto que estuvo conducido y dinamizado por Teatro Indigesto, que consiguió hacer reír al público y demostrar una vez más su indiscutible maestría en el difícil arte de la improvisación.

Tras unos divertidos ‘sketch’, se dio a conocer el nombre de los ganadores en la categoría de relatos, que fueron elegidos por un jurado compuesto por la bibliotecaria de Quinto y profesora de adultos Soco Vidal, la técnico de Documentación de la Comarca Ribera Baja, Ainara Ortega, y el escritor y creativo Michel Suñén. Los premios fueron para ‘El vivo, al bollo y el nieto, al hoyo’, de Santiago Caballero (primero), ‘¿Punto Final?’, de Javier Marco (segundo) y  ‘La momia de Lenin’, de José Manuel González (tercero). Además, el premio del público, que fue elegido por los alumnos del taller literario del Aula de Adultos de Quinto, fue para ‘Alma’, de Lidia Bes.

La categoría de fotografía contó con un jurado compuesto por el fotógrafo y docente Miguel Ángel Larraz, el alcalde de Quinto, Jesús Morales, y la periodista y coordinadora de Zafarache, Esther Aniento. Las imágenes premiadas fueron ‘La Dalladora’, de Nacho Uliaque (primero), ‘Lo único constante es lo imperdurable’, de Eva Escudero (segundo premio) y ‘Ramillete’, de Ruth Rodríguez (tercero). El premio del público, que fue elegido por votación popular, fue para ‘Noche de reencuentros’, también de Nacho Uliaque.

La categoría de cortometraje tuvo un jurado compuesto por el director del festival de cine de Fuentes, José Antonio Aguilar, la periodista y cineasta Camino Ivars y el concejal de Cultura y organizador de este certamen, Jesús Porroche. El primer premio fue para el corto, enviado desde Holanda, ‘Mirage’, de Sil Van Der Woerd. El segundo premio fue para ‘La comulgante’, de Ignacio Lasierra, y el tercero para ‘Acueductos’, de Álvaro Martín. El premio del público, que fue elegido después de una proyección pública con los 10 cortos finalistas, fue también para ‘La comulgante’.

La gala se cerró con las palabras de la diputada de Turismo, Cristina Palacín, y del alcalde de Quinto, Jesús Morales, que reivindicaron la necesidad de certámenes como este, así como “las ganas que había” de que el Piquete volviera ser un lugar de encuentro y cultura para los quintanos tras estos meses de restricciones.

El final de la gala fue también el momento de presentar a MamiMomi, la mascota del museo de momias, que pretende acerca el museo a los más pequeños. Fue diseñada antes de la pandemia, pero aún no había habido ocasión de presentarla en sociedad en un evento cultural.